
El Rincón un espacio singular
El Rincón es un espacio agrario de 2.000.000 metros cuadrados. Está ubicado en la parte oeste del Valle de La Orotava, Tenerife, y limitado al oeste con el Puerto de la Cruz y al este por la ladera de Santa Úrsula. Ocupa toda la franja de costa del municipio de La Orotava hasta la parte alta de la autopista del Norte.
Sus 10 km de costa, combinan acantilados de entre 30 y 70 metros con playas de negras y finas arenas basálticas a sus pies. Su clima cálido y suave ha favorecido que se haya destinado históricamente al cultivo, por lo que el terreno ha sido abancalado y vertebrado por acequias y atarjeas para transformar, lo que podría ser una costa desértica en un vergel agrícola.
Habilitado inicialmente para la caña de azúcar, luego para la vid (se elaboraba uno de los más cotizados, el malvasía), la chumbera para la obtención de cochinilla y por último la platanera, El Rincón ha sido una zona donde se experimentaron las nuevas posibilidades agrícolas y se reactivaron los cultivos de subsistencia y autoconsumo de la población local, mientras ofrecía una calidad paisajística que hizo admirar a grandes viajeros como Humbold.
Con el boom turístico se despertaron inquietudes especuladoras, pero en los años 90, ante la inminente realización de un proyecto urbanístico en El Rincón la ciudadanía se movilizó rápidamente, consiguiendo más de 33.000 firmas a favor de la protección de este territorio singular, lo que desembocarían en la presentación de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) y posteriormente en la aprobación de la Ley 5/1992 de 15 de julio y el Plan Especial (1997), que protegen y ordenan la zona.
Para la gestión de El Rincón existe, actualmente, un Consorcio formado por las Administraciones Públicas (el Gobierno de Canarias, el Cabildo Insular de Tenerife y el Ayuntamiento de La Orotava) y la Agrupación de Propietarios, La Asociación de Vecinos y la Asociación Coordinadora El Rincón-Ecologistas En Acción.
Hoy, El Rincón no es sólo un espacio productivo de un alto valor paisajístico, patrimonial y simbólico, es también un laboratorio social y lugar de vivencias y disfrute para la ciudadanía, donde estar inmerso en la naturaleza y poder llevar acabo actividades coherentes con el Desarrollo Sostenible.